• 30 septiembre, 2023

Un ordenador cuántico del tamaño de un ordenador del hogar

PorMemo Moreno

Feb 9, 2023 #cuantico

Evidentemente los ordenadores cuánticos no son iguales a los ordenadores del hogar, a estos primeros no se les da bien resolver el mismo abanico de problemas al que podemos enfrentarnos utilizando un superordenador clásico. Los científicos están convencidos de que los ordenadores cuánticos plenamente funcionales que si todo sigue su curso llegarán en el futuro serán muy buenos resolviendo solo una porción de esos problemas.

Aunado a lo anterior, la morfología de los ordenadores cuánticos con cúbits superconductores en particular está condicionada por la necesidad de poner a punto un sistema de refrigeración que permita a su procesador cuántico trabajar a una temperatura de unos 20 milikelvin, que son aproximadamente -273 grados centígrados. Y sí, es imprescindible que operen con el mayor grado de aislamiento del entorno posible y a una temperatura tan asombrosamente baja. En pocas palabras, generalmente son armatostes muy grandes y complejos que difícilmente encontrarían un espacio doméstico como el de un hogar.

Sorprendentemente el equipo que puedes ver en la imagen de portada de este artículo es un ordenador cuántico. No es un PC, pero es evidente que lo parece. Y no es una casualidad. Lo fabrica la empresa china SpinQ y tiene tres cúbits de tipo NMR (Nuclear Magnetic Resonance). Mide 610 x 330 x 560 mm y pesa 44 kg, por lo que aunque es un poco más voluminoso y más pesado que un PC convencional podemos colocarlo sin problema en nuestro escritorio. Sin embargo, esta no es su finalidad. Los ordenadores cuánticos, por sencillos que sean, no compiten con los PC.

Pero… ¿cómo ha conseguido SpinQ poner a punto un ordenador cuántico tan compacto? ¿Y también para qué sirve? SpinQ propone utilizarlos para formar a estudiantes interesados en la computación cuántica, y también para abordar algunos problemas científicos sencillos. Dos y tres cúbits no dan para mucho, por lo que es evidente que este hardware cuántico tiene un ámbito de aplicación muy limitado.

La primera clave nos la dan sus cúbits que, a diferencia de los que utilizan IBM, Google o Intel, no son superconductores; están implementados aprovechando la posibilidad de medir los estados de espín de ciertos átomos de una molécula utilizando técnicas de resonancia magnética nuclear (NMR). Un apunte breve: el espín es una propiedad intrínseca de las partículas elementales, al igual que la carga eléctrica, derivada de su momento de rotación angular.

Esta estrategia ha permitido a esta compañía china poner a punto unos cúbits razonablemente sencillos, que, además, pueden operar en unas condiciones ambientales relativamente poco exigentes. Es una tecnología madura que se conoce desde hace más de dos décadas.

Fuente: Xataka

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