Parece uno de esos ejemplos hipotéticos y locos que a veces ponen los profesores de macroeconomía, pero no lo es: PepsiCo, la multinacional estadounidense de bebidas y aperitivos, se prepara para lanzar un smartphone –sí, un smartphone- en China –sí, en China-.
El gigante de los refrescos planea transitar el mismo camino de Amazon, que se ha lanzado a la diversificación a través de un supermercado de alimentación y limpieza con sus propias marcas blancas, pero en sentido inverso, es decir, de las bebidas y los snacks a la tecnología.
Así lo ha señalado la agencia de noticias Reuters, que ha informado de que PepsiCo ha anunciado que en los próximos meses lanzará en China una línea de teléfonos, con sus correspondientes accesorios, en colaboración con algún socio que se encargará de aportar las patentes y la tecnología, puesto que, como ha aclarado su propio equipo, la intención de PepsiCo no es la de convertirse en un fabricante de tecnología, sino la de poner su marca en ella.
La portavoz de la compañía encargada de confirmar la noticia, sin embargo, no ha revelado todavía la identidad del que será el aliado de PepsiCo en esta nueva aventura, que se suma a su decisión de comercializar, hace algunos meses, una línea de ropa y accesorios.
Tampoco han trascendido otros detalles como las funcionalidades del teléfono, del que webs especializadas como MobiPicker ya se han adelantado a publicar que se llamará Pepsi P1 y que contará con especificaciones “decentes, pero no de alta gama”. También cita como posible fecha de lanzamiento en Pekín el próximo 20 de octubre.
China es, junto con India y desde hace tiempo, uno de los mercados más interesantes para la tecnología y, en especial, para el mercado de los smartphones y las conexiones móviles a Internet. En junio de 2014 el número de usuarios chinos que accedieron a Internet mediante dispositivos móviles ascendió hasta el 83,4 % del total, superando por primera vez el porcentaje de usuarios que acceden a Internet a través de ordenadores personales (80,9 %).