Google se ha unido al Open Compute Project, una iniciativa creada por Facebook para que las grandes empresas compartan el diseño de sus centros de datos, ayudando así a no reinventar la rueda en el mundo de los gigantes de Internet.
Comentan la noticia en Wired, donde ponen en contexto los datos: hace años que los grandes protagonistas de la tecnología web tienen diseños propios de infraestructura. No pueden depender de las soluciones estándar de Dell, HP y IBM, necesitaban hardware que más barato, más ágil y más flexible, y en muchas ocasiones diseñaron este hardware desde cero, fabricado por empresas poco conocidas de Asia.