La keynote de Apple pasó ayer como un torbellino y ha dejado titulares de todo tipo en el terreno de las plataformas sobremesa y móvil de la casa. Sin embargo, uno de los que más recorrió las redes sociales y fue recibido con gran entusiasmo por parte de un sector de acólitos de la casa fue sin duda la posibilidad, por fin, de poder eliminar de los iPhone e iPad las aplicaciones nativas. Toda una victoria que contribuirá sin duda a una mejor organización de las aplicaciones y, sobre todo, a ganar un poco de espacio ante un creciente número de apps que se ofertan.
Hasta ahora obligaban tener apps como la Brújula, la del Apple Watch (inservible si no se tiene el reloj) o la de Bolsa. Unos títulos que no quieren todos los usuarios
Para los que no sean usuarios habituales del iPhone cabe explicar que, hasta la fecha, Apple no permitía eliminar del terminal las aplicaciones nativas (aquellas que llegan con la plataforma). Esto podía parecer un asunto menor, pero lo cierto es que con cada vez más aplicaciones disponibles en la App Store y un espacio limitado en la interfaz de usuario, la prohibición de borrar appscomenzó a convertirse en un quebradero de cabeza. Es cierto que muchas aplicaciones son necesarias, pero los de Cupertino obligaban a pasar por el aro y tener sí o sí apps como la Brújula, la del Apple Watch (inservible si no se tiene el reloj) o la de Bolsa. Unos títulos que salvo que se tenga especial necesidad de utilizarlos, no eran desde luego de uso general entre los usuarios.
Ante esta imposibilidad, los usuarios comenzaron una andadura de protestas en diferentes blogs y sobre todo, en el foro oficial de soporte de la compañía ¿Por qué no permitía Apple borrar sus aplicaciones nativas? Sería fácil pensar que la aplicación Apple Watch invita al usuario a hacerse con un reloj, pero… ¿y el resto? Transcurrió mucho tiempo antes de que la firma confirmara la causa de esta tozudez: fue el propio Tim Cook quien, en una entrevista, confesó que Apple no permitía el borrado de estas aplicaciones porque podría tener un “efecto cascada” en todo el sistema. Es decir, que si se borra una aplicación, es tal la interconexión de la plataforma que otra puede verse afectada.
Los usuarios comenzaron a proponer trucos para deshacerse en lo posible de esta imposición, y uno de los más populares consistió en crear una carpeta (que muchos bautizaban como “Basura”) en la cual se colocaban todas las appsinservibles para el usuario
Con la guerra ya dada por perdida, los usuarios comenzaron a proponer trucos para deshacerse en lo posible de esta imposición, y uno de los más populares consistió en crear una carpeta (que muchos bautizaban como “Basura”) en la cual se instalaban todas las apps inservibles para el usuario. Se trataba de un pequeño parche que solucionaba en parte el problema del espacio en pantalla. Pero cuando menos lo esperábamos, Apple por fin confirmó que se podrían borrar estas apps. Bueno, en realidad no hubo una declaración oficial: fueron los propios desarrolladores los que descubrieron esta posibilidad al instalarse la beta de iOS 10 para algarabía de muchos.